Como hechos cotidianos y personales nos llevan en volandas a nuestras reflexiones personales más profundas.
Os presento este mi primer blog personal con el deseo firme de compartir mis modestos puntos de vista y mis inquietudes humanas con todos aquellos que estén al otro lado a tan solo un clic de distancia.
Mi intención es observar como las realidades más cercanas y mundanas dan mecha para reflexionar e interiorizar quienes somos, que queremos y hacia donde nos dirigimos como seres humanos individuales tan maravillosos como contradictorios.

La condición humana es a la vez simple y compleja, alucinante y deplorable, esperanzadora y decepcionante, pero en todo caso nunca es indiferente.
Cada persona es un mundo y cada mundo (pasado, presente y futuro) ha sido, es y será la suma total de las personas que comparten esta gran casa común, si bien con muy desigual fortuna en el devenir de los tiempos, lo cual hay ahora puede y debe cambiar.
Sin embargo, hoy en día contamos con un poderoso aliado: LA VARITA MÁGICA QUE ES INTERNET. Y tenemos la responsabilidad de utilizarla de forma inteligente. Porque gracias a la red de redes, podemos ser un poco más dueños de nuestro destino y, entre todos, ser el David que derriba a Goliat. (Enlace recomendado: Bono, conferencia en TED).
Es cierto, entre todos, ahora, sí podemos cambiar el mundo.

También deseo, quiero y es bueno expresar, discutir y denunciar todo aquello que es injusto, siempre con la determinación decidida de buscar esa tercera vía dónde todos tenemos nuestra parte de razón. Ante todo y todos siempre consenso y respeto por lo diferente.
Aprovechar cualquier hecho relevante o insignificante, una efemérides destacada o privada, un evento extraordinario o una experiencia exclusivamente personal… cualquier motivo es idóneo siempre y cuando ponga a rodar nuestra mente imbuida en nuestras reflexiones más íntimas y compartirlas.

Porque ahora todos nosotros, absolutamente todos, tenemos siempre algo que aportar, poniendo en valor lo pequeño, la letra minúscula y la importancia de los detalles como seres humanos individuales evitando quedar difuminados dentro de los grandes números.
¿Lo conseguiremos? Quizá si, tal vez no. De momento estamos en ello intentándolo un poco todos los días.