Viajar por Italia desata todos los sentidos.
En Italia todo es especial. Un país cargado de historia y de cultura. De profundas tradiciones que se remontan a tiempos antiguos, pero con una modernidad a la vez asombrosa. Nación relativamente joven, pero de profundas raíces que ha dejado su fuerte impronta en toda esta parte del mundo y allende en los mares. Su legado es innegable en el llamado mundo occidental.
Italia es un país de fuerte personalidad y de gran carisma. De gente sufridora que ha sabido adaptarse a los tiempos allá donde sus pasos le haya llevado, pero siempre poniendo en valor sus orígenes y sus tradiciones.
Siempre hay un motivo para visitar Italia.
En un país de fuertes contrastes norte sur, dónde todo es parecido pero diferente a la vez, siempre hay algo nuevo por descubrir.
Hoy en día, es muy sencillo y fácil viajar para ir a ver a nuestros vecinos. Cualquier motivo es suficiente. Y cualquier época del año, también. Hay gran cantidad de vuelos y tipos de hospedaje para todos los gustos y economías. Y con esa fuerza y control que nos da internet, todo está ahí bien próximo, a nuestro alcance.
Aprovechémonos pues de que los tenemos ahí, tan cerca.
Entre 2-3 horas de vuelo, Italia está a nuestro alcance con una variedad de posibilidades sencillamente impresionante.
Sí te gusta la cultura y conocer bellos lugares que no existen en otro lugar, ya tienes un motivo por el que ir. Y varias veces, de lo tanto que tienen para ver. Pero también para conocer sus tradiciones y especialmente su gastronomía, dónde compartimos ese oro líquido que es el aceite de oliva. Y por supuesto, para ir de compras, sí te apasiona la moda y todos sus complementos.
No te pierdas entonces la bella Italia.
Consejos prácticos a tener en cuenta.
Italia es seguramente el país más parecido al nuestro a nivel de toda Europa. Compartimos gustos y una forma de ser parecidas. Ambos somos especialmente ruidosos y nos apasiona estar en familia y disfrutar de nuestros amigos.
En todo caso, siempre hay diferencias, las cuales, inicialmente llaman nuestra atención, pero que resultan ser muy enriquecedoras. Comentamos algunas «cosillas» a tener en cuenta.
GASTRONOMÍA.
Bien en surtido y variedad de ensaladas de todo tipo con especial pasión por la rúcula. Por supuesto aderezadas con aceite de oliva, pero también con el afamado aceto balsámico de Módena (que no deja de ser un buen vinagre bien vendido).
En pescado y mariscos, generalmente mal, pero correctos en cuanto a la carne, dependiendo de la zona.
Muy bien en cuanto a la pasta, como no podía ser de otro modo. Todo un universo de variedades con infinitas combinaciones. Las pizzas italianas llevan menos cosas que aquí, pero están buenísimas, si bien, también he comido allí de las peores. Por lo tanto preguntar, ver y entonces entrar.
Los arroces (risottos) no tienen nada que ver con los nuestros. Los puedes encontrar muy ricos, pero quizá desde nuestro punto de vista, un tanto pasados de punto. Pero ya sabéis, es cuestión de gustos.
Los postres, ricos, variados y buenos. Y dentro de todos éstos, están los afamados helados italianos. Pero como todo lo que se explota y se da por vendido (como es el caso de nuestra paella), cuidado. No es oro todo lo que reluce y en ocasiones, lo que entra por la vista, no es precisamente lo mejor.
El café, sin duda el expreso, teniendo en cuenta que lo hacen bien cortito y por lo general lo deseamos doble. Y para aquellos que prefieran nuestro cortado, tienen que pedir un macchiato.
Por lo general, los precios son aceptables, pero tenemos que tener en cuenta las siguientes sorpresas:
LA BEBIDA. La cerveza y los vinos son carísimos e incrementan la cuenta de forma muy considerable. Lo más recomendable es pedir un vino de la casa que, sin grandes pretensiones, cubrirá el expediente.
EL CUBIERTO. Nos choca mucho, pero nos cobrarán el servicio del cubierto en la cuenta.
El sistema de propinas funciona como en España y por lo tanto, no existe ninguna obligatoreidad, quedando a discreción del cliente.
HOSPEDAJE.
Los hoteles en general no están mal, pero nada que ver con nuestra clasificación en estrellas.
Los precios en las ciudades son elevados y la calidad no suele estar acorde con lo que se espera.
Hay dos buenas opciones:
Los B&B, solo alojamiento y desayuno, en plan apartamento. Muy indicados en el caso de lugares céntricos y en grandes urbes.
Los AGRITURISMOS, muy interesantes y válidos sí viajas a tu aire con un coche de alquiler. Son lugares en plena naturaleza y que suelen tener una oferta extra relacionada con el entorno. Son en ocasiones explotaciones agrícolas en pleno funcionamiento en los que se ofrece a los clientes la gastronomía del lugar con los productos allí cultivados. También suelen ofertar visitas guiadas para conocer las instalaciones y los procesos de elaboración de los mismos.
INSTALACIONES.
Generalmente están cuidadas y limpias. Los aseos públicos son de pago y los aparcamientos son aconsejables para dejar tu vehículo a buen recaudo.
Italia demuestra aquí como es importante cuidar el entorno, y sí bien en ocasiones parece lo contrario, hay que tener muy en cuenta lo difícil que es tener tan vasto patrimonio en perfecto estado de revista.
COMUNICACIONES.
Bien por lo general, pero teniendo en cuenta que las vías de gran capacidad son de pago y el resto de carreteras son más bien sinuosas.
Hay que respetar las señalizaciones y muy especialmente, el límite de velocidad.
Tener especial cuidado con las distancias y el tiempo para llegar a vuestro destino si viajas por carreteras convencionales, lo cual será bastante habitual. Sí nuestro punto de llegada está a 60 km, tardaremos en llegar precisamente 60 minutos y no 40, como en España. Todo parece estar más cerca de lo que realmente emplearemos en llegar.
LOS ITALIANOS.
Aparte de la gente borde que hay en todos los lados, los italianos suelen ser gente abierta y amable con sus visitantes. El idioma seguro que no será ningún obstáculo, y lo que no entenderemos de palabra, lo haremos por los gestos.
Lo importante sin duda es lanzarse e interactuar con ellos.
Ahora a disfrutar y que cada uno experimente in situ sus propias sensaciones.
Un Viaje por la Toscana de 7 días.
