VIVIR EN EL PRESENTE CONTINUO

Si el verdadero significado de aprender es tener la oportunidad de practicar en el momento presente todo aquello que tu pasado te ha enseñado, la inequívoca esencia de la experiencia es evitar cometer viejos errores ante nuevos problemas que, en el fondo, no son tan novedosos.

En caso contrario, de nos aplicarnos el cuento, ni en lo primero habremos aprendido ciertamente, ni en lo segundo, realmente madurado.

Tropezar siempre en la misma piedra sin el mínimo atisbo de resistencia interna, habla realmente muy poco de nosotros mismos y de nuestro soporífero paso por este mundo. Porque sin voluntad alguna de cambio ni de un puntito de rebeldía, terminaremos siendo casi tan poco que al final del camino seremos menos que nada.

Abandona tu falsa zona de confortCuando abandonas tu mal llamada zona de confort (todos llevamos dentro un poco del indolente «Homer Simpson»), no lo sueles hacer de forma voluntaria, sino de una buena patada en el trasero. Un fuerte revés en tu vida sentimental, un inesperado despido de tu trabajo fijo, un buen amigo que dejó de serlo porque no lo era tanto, un grave problema de salud… En el fondo, el nombre que le des es lo de menos, porque lo sustancial es el detonante y, más aún, el tiempo en qué te va a durar el dolor de esa patada. Porque lo que más importa de todo es tener la certeza de saber lo que vas a hacer en el hoy para evitar que suceda de nuevo. O al menos para sortear felizmente sus consecuencias. Es lo que tiene la EXPERIENCIA BIEN ENTENDIDA.

No estamos hablando de un mal físico ni de un problema emocional de por vida, sino de aprender y de acumular hoy experiencia reutilizable en el presente continuo, que es el único tiempo en el que realmente vivimos, respiramos, sentimos… compartiendo nuestras vidas.

Tenlo categóricamente muy claro: porque el pasado ya no está; porque el futuro es impredecible; por eso al momento presente es y se le llama regalo.

Un buen sistema de mantener viva la llama de ese dolor pasado y mutado en sabio aprendizaje útil para «EL YA», es tener memoria de nuestra propia historia, la nuestra, la de cada uno de nosotros, esa que verdaderamente nos es relevante en el día a día.

Así, con un calendario atiborrado y saturado de días internacionales de todo tipo, temática y ámbito (celebraciones genéricas, dispersas y manipulables en masa), tenemos que tener señalados «nuestros días». Esas efemérides de ámbito mucho más privado e íntimo y que a título personal son las que nos importan, tanto para gozar de lo bueno como para haber aprendido de lo no tan bueno.

calendario personal
Ten tu calendario personal presente como parte de tu historia personal viva.

Celebrar tu cumpleaños, tu aniversario de boda, esa cena anual con tus compañeros de graduación… está bien porque es fácil y cómodo, pero debemos de poner en valor también otros momentos que nos han marcado en el pasado y que han dejado una impronta indeleble en nosotros. Cuando perdiste a un amigo, cuando te echaron de la comodidad de un empleo, cuando conociste a esa persona que te cambió la vida o cuando, ante una bifurcación vital importante, elegiste un camino y no otro, fuera acertado o errado.

Porque esas fechas en pequeño representan esos grandes días que hacen de cada uno de nosotros lo que somos ahora.

Así, en nuestra pequeña, pero gran historia personal, por supuesto hay que tener presente aquellas jornadas felices, pero sobre todo resaltar especialmente también aquellos días de la infamia del pasado, esos momentos aciagos y oscuros que han resultado ser decisivos y determinantes en nuestra vida y en su percepción. Esas tres o cuatro fechas que deberíamos de tener siempre en mente para que, cuando llegue sus efemérides, nos traiga el recuerdo del dolor ya ausente de aquella vieja y cicatrizada patada que nos ha  llevado hasta aquí, y que, no en pocas ocasiones, nos hizo un gran favor más adelante.

Porque lo importante es avanzar y cambiar. Nunca detenerse y jamás vivir trasnochado alejado de una realidad que ya no existe, pero de cuyas lecciones hemos aprendido todo lo necesario para seguir creciendo.

vivir en plenitud

Sé eficaz esquivando toda esa tormenta de meteoritos que la vida misma nos lanza en el día a día y aprende a vivir con atención plena en tu presente continuo.

Para contactar y compartir ...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.